El ajedrez, además de juego arte y ciencia, cuenta con la virtud de ser un motor para el desarrollo cognitivo. Y esto lo llevamos a cabo con las sesiones de PREAJEDREZ. Un peque de educación infantil (sí, educación infantil) puede disfrutar de un acercamiento al ajedrez perfectamente. ¿Cómo?
Nuestro monitor especializado en educación infantil es quien se encarga de esta idea, una actividad que se fundamenta en la diversión. Todas las actividades que se llevan a cabo están relacionadas con el rico mundo del ajedrez: historia e historietas, dibujar, correr en un tablero gigante para experimentar las sensaciones de ser las propias piezas en sí mismos…
El ajedrez, además de juego arte y ciencia, cuenta con la virtud de ser un motor para el desarrollo cognitivo. Y esto lo llevamos a cabo con las sesiones de PREAJEDREZ. Un peque de educación infantil (sí, educación infantil) puede disfrutar de un acercamiento al ajedrez perfectamente. ¿Cómo?
Nuestro monitor especializado en educación infantil es quien se encarga de esta idea, una actividad que se fundamenta en la diversión. Todas las actividades que se llevan a cabo están relacionadas con el rico mundo del ajedrez: historia e historietas, dibujar, correr en un tablero gigante para experimentar las sensaciones de ser las propias piezas en sí mismos…
Tras pasarlo bien durante un curso, uno de los objetivos ha sido lograrlo casi sin perseguirlo: cuando ese niño o niña de 5 ó 6 años se siente frente a un tablero de ajedrez… ya sabrá jugar. Aquí, de una forma completamente lúdica, además de aprender ajedrez desde muy peques, se desarrollan conceptos y habilidades muy interesantes en torno a la matemática, a lo social… Simplemente el hecho de respetar turnos de juego, identificar el salto del caballo en un tablero gigante o pararse a pensar la ruta que debe seguir el rey ya son aprendizajes muy interesantes, además del propio ajedrez, Nunca es pronto si la idea es buena.